sábado, junio 27, 2009

Entrevista con el ERPI - parte 1


En un nuevo encuentro con reporteros, una columna de guerrilleros ayudó a campesinos a limpiar una milpa en la sierra como parte de las labores sociales que hacen en las comunidades. El comandante Ramiro confirmó dos choques con tropas del Ejército, donde murieron tres soldados y otros tres resultaron heridos * Foto: Jesús Trigo


El Sur de Acapulco - 27 de Junio del 2009
"Estamos en varias partes del estado, dice el comandante Ramiro del ERPI"
Zacarías Cervantes - Sierra del Filo Mayor, Guerrero

Primera de tres partes

“Nosotros no vamos a decir que cada 100 años se hacen las revoluciones. Creo que ahora no va a ser así, pero de que se acerca el momento de actuar, sí”, advierte Omar Guerrero Solís, el comandante Ramiro del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), quien afirma que su organización tiene presencia en varias partes de Guerrero.

Y remata la idea: “si se da un movimiento armado por otro grupo, nosotros le tenemos que entrar, tenemos que entrarle todos, porque no podemos permitir que el pueblo siga siendo masacrado”.

El tintineo de los machetes se confunde con el canto de los pájaros que revolotean en lo alto de los árboles. Conforme se va uno acercando se puede vislumbrar por entre las ramas de los árboles y los matorrales, que los campesinos que blanden los machetes y cortan la maleza entre la milpa no son jornaleros comunes. Estos visten uniforme y sombreros camuflajeados tipo militar y botas, Se cubren el rostro con pasamontañas o paliacates, y terciados en la espalda llevan su AK-47, Cuerno de Chivo.

Son los milicianos del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), que como un servicio social ayudan a los campesinos a limpiar la milpa de sus tlacololes.

“Estos son los delincuentes, como nos llama el gobierno y a quienes persigue. Somos campesinos que hacemos producir la tierra”, dice a manera de bienvenida a un grupo de reporteros Omar Guerrero Solís, el comandante Ramiro, antes de dar inicio a una larga entrevista que concede por segunda vez a otro grupo de periodistas de medios estatales, nacionales y extranjeros.

En este segundo encuentro con los medios de comunicación en la Sierra de Filo Mayor, el dirigente de la columna erpista que opera en esta zona de Guerrero confirmó dos choques de los milicianos con tropas del Ejército entre el 9 y el 13 de junio pasado, con resultado de tres soldado muertos y tres heridos. Habló de las labores sociales que realizan en las comunidades, de la relación del ERPI con otros grupos armados del país, de los motivos que lo llevaron a la sublevación, de sus dos encarcelamientos y de las elecciones.

La entrevista se desarrolla a mitad de la falda sembrada de milpa, mientras el resto de los guerrilleros continúa con su labor de cortar la maleza que crece entre los surcos.

La charla se desarrolla en circunstancias de incomodidad para los reporteros; la tierra y la maleza recién cortada están lisas y los reporteros resbalan constantemente en la pendiente del terreno. Pero Ramiro parece habituado a estas condiciones; se apoya en el machete con la punta clavada en la tierra húmeda. El rifle de fabricación china terciado al hombro, una 45 fajada al cinto y una navaja dentro de un estuche que cuelga del cinturón completan su equipo.

“Les voy a pedir que me llamen solamente Ramiro” –sin el comandante–, pide antes de comenzar lo que no pareció una entrevista sino una charla que se prolongó por casi dos horas.

Un reportero quiso saber si había ocurrido un enfrentamiento entre los erpistas y los militares el 9 de junio, en una comunidad en las inmediaciones de los municipios de Coyuca de Catalán y Petatlán.

“Ellos (los militares) subieron a las comunidades, con ello se comprueba una vez más cuál es la actitud del mal gobierno que tenemos, en lugar de que haga obras para el pueblo y en lugar de ayudarlos les trae represión, balas. Otra vez el Ejército entró a las comunidades disparando contra todo lo que se mueva”, dijo Ramiro.

Señaló que la gente de las comunidades ya no espera en sus casas a los soldados porque en ocasiones anteriores han hecho lo mismo: “vienen con civiles que son conocidos por la gente de las comunidades como paramilitares porque actúan al compás con el Ejército. Arrasan en las comunidades a las que entran, ya los pobladores han hecho muchas denuncias de ello”.

Dijo que eso fue lo que pasó esta vez, “sólo que ahora la gente ya no se quiere dejar. Huyeron de sus casas y fueron perseguidos hacia el monte porque dijeron: en las casas no les tiramos (balazos) porque ahí están nuestros hijos, nuestras mujeres, nuestros padres, nuestras madres, pero en el monte es otra cosa”.

Añadió que fue así que los soldados persiguieron a la gente hacia el monte, “y pues como ya es sabido que estamos en varios lugares de la Sierra, esa gente se dirigió hacia donde estaban las columnas del ERPI para buscar un apoyo, y en efecto se les dio. Se dio una respuesta breve, no fue gran cosa, pero si sigue el gobierno actuando de esa manera, él mismo va a provocar otra respuesta”, advirtió.

A la orilla del terreno sembrado de milpa hay milicianos con el AK-47 en las manos, mirando en todas direcciones, y da la impresión de que mas allá, entre el bosque que bordea el cultivo, hay guerrilleros escondidos.

“No nos dejan otra alternativa, miren a esta gente (el campesino dueño del sembradío), no lo dejan trabajar, vienen (los soldados) y los quieren detener, los asustan. Además les roban el líquido para fumigar la maleza, y ante eso venimos a apoyarlo y no nos queda de otra que entrarle con el machete para limpiar la milpa”, dice.

–¿Que hubiera pasado si el Ejercito sigue la ofensiva en las comunidades?

–Se hubiera dado una respuesta militar en diferentes lugares, ahora sí ya en forma. Porque cuando se nos dice que están maltratando a mujeres y niños, cuando se nos dice que están robándose todo lo que hay de comer, que se están robando la ropa de los niños, las cobijas, la herramienta de trabajo de la gente… da coraje.

–¿Podría detallarnos cómo fue el enfrentamiento con el Ejército?

–Bueno, en realidad se estaba preparando la retirada de la gente de las comunidades que salían huyendo por la persecución de los soldados. Eso no permitió responder de una manera como debe ser. Nada más fue para evitar que el Ejército siguiera a los pobladores de las comunidades, porque iban niños, iban ancianos e iban tirándoles, porque esa gente no llega buscando el diálogo con la gente. Por eso fue que se respondió no de una manera muy contundente. Fue solamente para que dejaran de perseguir a la población.

–¿Fue ahí donde cayeron los tres soldados?

–Sí, fue en el primer enfrentamiento, porque de ahí otros soldados iban rodeando el cerro para caernos de sorpresa y se dio otro choque, y también la paramos. Fue así que ya no siguieron a la gente, ni a nadie.

—¿Cuántos soldados calcula que llegaron a las comunidades?

—Por la información de la misma gente de varios lados de la sierra, se calcula que hubo más de 600 militares.

Ramiro señala que esta fue la segunda vez que hay un enfrentamiento de su columna guerrillera con soldados. Recuerda que la primera fue también encabezada por él, en respuesta a la masacre que cometió el Ejército en El Charco contra indígenas desarmados.

Recordó que esa vez sí fue una emboscada del ERPI al Ejército en El Guanábano (municipio de Atoyac), en 1998, cuando resultó herido el general Alfredo Oropeza Garnica. “Esa vez se dijo claro que fue en respuesta a la masacre de El Charco, y como hemos dicho en otras ocasiones, vamos a responder siempre que el pueblo sea agredido, porque ya estamos cansados, de por sí estamos en el olvido, en la pobreza y todavía vienen y nos masacran, vienen y se roban todo lo que hay en las comunidades, eso es lo que genera las condiciones para que la lucha armada se dé”.

–¿El ERPI cuenta con una base social que le permita la cobertura para sus acciones?

–Sí, las hay en varios lugares, de Guerrero y del país. Pero por el momento no puedo mencionar ejemplos, en su momento se va a saber eso.

–¿En Guerrero hay grupos guerrilleros en varias partes del estado o solamente en una región?

–No, no en una sola, hay en varios lados.

–Aparte de la defensa de las comunidades, cuando son hostigadas por el Ejército federal, y acciones como la de ayudar en la faena de sus cultivos a los campesinos, ¿hay otro tipo de servicio social en el que ustedes participan?

–No sé si se le puede llamar un servicio, pero sí hemos estado ayudando a combatir el alcoholismo y la drogadicción. Antes de que llegáramos por acá había mucho alcoholismo y venta de cocaína, y hemos estado hablando con la gente, haciendo asambleas y explicándoles los daños, ellos mismos lo sienten y lo ven porque han tenido problemas por eso.

“Todo eso lo hemos ido quitando, no es que sea una cuestión impuesta, es algo consensado con la gente, en asamblea se decide, toda la gente vota a favor de eso y después se le advierte en una forma tranquila al que vende que, a partir de esa fecha, deje de vender eso, porque fue un mandato del pueblo y que si no lo hace pues va a ser sancionado por la columna”.

–¿Hay relación con otros grupos armados que tienen los mismos objetivos?

–Con el EPR yo no le puedo asegurar nada si hay relación, pero con otros movimientos sí hay cercanía, pláticas y en el momento dado se tendrá que llegar a la coordinación, esperamos que se llegue a la unidad del movimiento.

–¿Es a nivel nacional y también mas allá de la frontera de México?

–Eso sí no le podría decir.

–¿Qué significa Marcos, del EZLN, para Ramiro y para el ERPI?

–Yo no conozco mucho de lo que ha hablado, de lo que ha hecho, de lo que ha dicho. Pero a nosotros nos sorprendió la forma de su cercanía con la gente. Cuando dice que hay que mandar obedeciendo, para mí eso es importante, porque nosotros a lo mejor lo estábamos haciendo así, o algo parecido, pero no lo le habíamos puesto nombre.

–En algunas partes del país hay fotos de Zapata con la leyenda “nos vemos en el 2010”, ¿qué significa para ustedes esa fecha?

–Nosotros no vamos a decir que cada 100 años se hacen las revoluciones. Creo que ahora no va a ser así, pero de que se acerca el momento de actuar, sí. Si se da un movimiento armado por otro grupo, nosotros le tenemos que entrar, tenemos que entrarle todos, porque no podemos permitir que el pueblo siga siendo masacrado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola mas que nada quiero agradecer la publicacion que ace sobre el erpi yo soy militar y es mentira lo que dicen ellos que nosotros le robamos asesinamos ostigamos ala gente etc. todo eso es mentira yo he andado por esos rumbos de la sierra y siembram mucho amapola y marihuana ellos controlan a la gente para que siembren enervantes bueno me boy