Eduardo Morán
29 abril 2014
Esto estoy pensando:
Ante el patético destino turístico en que nos hemos convertido, lo que está provocando que innumerables negocios cierren y que muchas inversiones se vayan a otros lares, me parece urgente tomar medidas que detengan la caída libre en que estamos inmersos desde hace varios años. De no corregirse el rumbo, en breve el presidente municipal puede iniciar su informe de gobierno diciéndonos que nos tiene 2 noticias: una mala y otra buena, la buena es que tragaremos caca, y la mala es que no alcanzará pa'todos. Si bien no existe una fórmula mágica e instantánea que reactive la economía del municipio, me parece que hay 3 elementos indispensable para lograrlo, el primero es que nuestros gobiernos gasten mejor, el segundo es que los gasten en lo que deben y por último, que ponga orden en rubros que afectan de manera determinante la principal actividad económica del municipio.
Lograr que nuestros ayuntamientos gasten mejor es fácil y barato, bastaría con que las administraciones municipales rindieran cuentas claras y detalladas de cuánto y en qué gastan. Esta simple medida que a muchos ciudadanos les parece intrascendente y a los gobernantes un sacrilegio, es la forma más efectiva que existe para disminuir el despilfarro y corrupción que durante años a privado en el manejo los recursos públicos. Lo triste del asunto es que a pesar que el actual presidente municipal comparte la idea (Plan de Gobierno 2012-2015), ahora que debe y puede poner en práctica simplemente no le da la gana hacerlo. Si vemos el susodicho plan leeremos entre otras cosas lo siguiente:
“LAS METAS DE TRANSPARENCIA Y RENDICIÓN DE CUENTAS SON:
Meta específica 3: Publicar la cuenta pública cuatrimestral que se entrega al congreso.
Meta específica 4: Informar vía página de Internet, todo sobre la obra pública efectuada con ingresos propios y con ingresos Estatales y Federales.
Meta específica 6: Crear el Comité de vigilancia de la Obra Pública y adquisiciones, conformado por representantes de la sociedad civil.”
¿Por qué sabiendo los beneficios que traería a los ciudadanos rendir cuentas, esta administración al igual que todas las anteriores no lo hace? Bueno la respuesta es más que obvia: Porque ocultarlo es lo que permite las tranzas y desvíos que a su vez permiten a innumerables funcionarios municipales hacerse millonarios en sus 3 años de gestión. No busquemos más explicaciones pues ninguna otra razón existe, lo único que impide informar a éste y a todos los ayuntamientos anteriores en qué y cuánto gastan, es la deshonestidad de quienes ejercen el gasto público. Así de simple es el asunto, mientras nuestros funcionarios puedan pasar impunemente de la pobreza extrema a millonarios, jamás nuestros ayuntamientos rendirán cuentas.
Quedando claro por qué los ayuntamientos ocultan todo lo referente al gasto público, resulta de un cinismo monumental que miembros del actual cabildo al inicio de su gestión, se hayan rasgado las vestiduras porque sus antecesores actuaron exactamente como ahora ellos actúan. Es decir “Hágase la voluntad de dios en los bueyes de mi compadre”.
Siendo que el monto y destino del gasto público sería muy distintos, si quienes lo administran supieran que su ejercicio sería sometido al escrutinio público, entonces rendir cuentas claras y detalladas se convierte en un mecanismo indispensable para que nuestros recursos se administren mejor. Si a todos nos consta que sujetar el gasto público solo a la “honestidad” de los funcionarios que lo ejercen es precisamente el problema, entonces DHPT (Dejemos de Hacernos Pendejos Todos). Nadie en su sano juicio dejará de utilizar los recursos públicos en su beneficio, mientras quede oculto en qué se gastan. Es una notable estupidez esperar que los funcionarios no hagan uso indebido de ello, cuando robárselos los hace pasar instantánea e impunemente de muertos de hambre a millonario.
Esta nefasta práctica ha llegado a tal extremo que el actual cabildo reservó información pública de oficio, es decir aquella que la ley obliga a los ayuntamientos a tenerla disponible a cualquier ciudadano sin necesidad de que la solicite, con el indignante argumento de que quiere “evitar proporcionar datos inexactos o incompletos a la población respecto de ingresos o egresos que aún no queden firmes” ¿Pues qué clase de idiotas creen que somos los ciudadanos? En qué quedamos señor presidente, hoy su gobierno reservó información que usted específicamente se comprometió a publicar: “La cuenta pública cuatrimestral que se entrega al congreso” (Pág. 42, Plan de Gobierno 2012-2015). Según sus palabras el gobierno diferente iba a: “Informar vía página de Internet, todo sobre la obra pública efectuada con ingresos propios y con ingresos Estatales y Federales.”. Don Eric no quiero saber “todo” sobre la obra pública, me conformo con saber los volúmenes de obra y los precios unitarios de la remodelación de la Plaza Kioto, las pavimentaciones y el Parque Lineal. Y ya entrado en gastos le pregunto: ¿Qué paso con el Comité de vigilancia de la Obra Pública y adquisiciones que menciona su plan? Si algún día se conforma me apunto, y si acaso existe, ¿Cómo puedo integrarme? Le anticipo que no quiero oro ni quiero plata, yo lo quiero es romper la rapiña (ta).
Concluyo: Ocultar en que y cuánto gastan nuestros ayuntamientos es lo que permite las nóminas obesas repletas de aviadores y recomendados, cantaleta inicial de esta administración, pero que hoy cuando ya integró a los suyos y les dispensa clandestinamente jugosos bonos, compensaciones y sobresueldos mantiene el mismo hermetismo que tanto los ofendía. No informar detalladamente en que se gasta, es lo que ocasiona que con nuestros recursos se paguen bienes y servicios de uso personal a infinidad de funcionarios, que de otra forma tendrían que pagar ellos, baste decir que hasta empleadas domésticas llegan a formar parte de la nómina del H., no se diga gasolinas para el carro de la esposa, llantas, mano de obra y materiales de construcciones propias, francachelas, etc. etc. Es solamente ocultando los volúmenes y precios unitarios de las obras, que sus costos y calidad pueden alcanzar niveles impúdicos.
Por razones de espacio solo menciono parte del despilfarro, irresponsabilidad y corrupción que no rendir cuentas permite a nuestras autoridades, de ahí que el asunto sea una asignatura esencial para que el gasto público nos ayude a salir del hoyo, en lugar de hacerlo cada día más profundo.
El segundo paso que creo que deberíamos dar, es que si todos sabemos que la economía del municipio depende del turismo, es incompresible que los pocos recursos que dejan quienes los administran, no se destinen principalmente a fortalecer la actividad. Nada tengo en contra del “Parque Lineal”, pero no puedo imaginarme a un indeciso turista Canadiense o Norteamericano resolviendo venir a Ixtapa-Zihuatanejo, porque ahora podrá caminar en un flamante parque lineal. De igual forma, me parece ridículo que un extranjero elija venir a Zihuatanejo para extasiarse contemplando la remodelada Plaza Kioto. Qué bueno que el gobierno diferente realizó estas obras, pero ¡Carajo! si el meollo del problema que tenemos es que Ixtapa-Zihuatanejo perdió el atractivo que tenía para el turista de alto poder adquisitivo, enfoquemos pues nuestros esfuerzos y escasos recursos en recuperar lo que los hacía venir. Entienda don Eric que gastar en obras en función del beneficio que obtienen quienes las construyen, administran y supervisan, es precisamente lo que por décadas, ha impedido invertir en aquellas que se requerían para que el turista de alto poder adquisitivo no se alejara de Ixtapa-Zihuatanejo.
No soy experto en el tema, pero creo que el turista extranjero y nacional de billetes, venía a Zihuatanejo a disfrutar de su bahía, de su entorno, de su imagen rústica si se quiere pero mucho más limpia, un pueblo que no olía a mierda por todos lados, con calles de adocreto sí, pero sin gruesas capas apestosas de líquidos exiliados por doquier, un destino caro pero al que el extranjero venía, gastaba y regresaba. ¡Con un demonio! En qué cabeza cabe que don Gastón Billetes venga a visitar el muladar en que nos hemos convertido solo porque le sale barato, es increíble que no entendamos que ese tipo de turistas jamás vendrá a visitarnos porque aquí puede llevar su anafre a la playa, o llevar a ella su bolsa de sándwiches y sus caguamas. Peor aún, como esperan nuestras autoridades que un turista, por jodido que sea, venga a un destino de playa cuando en él va a encontrar 7 de las 15 playas más contaminadas del país.
Siendo el tétrico panorama que hoy tenemos el resultado de 30 años de nefastas administraciones municipales, es increíble que todavía haya quienes esperan que las cosas mejoren con solo elegir democráticamente a los próximos administradores, sin darse cuenta que el problema no es quienes, sí no cómo se administran los recursos públicos. Imposible defender la administración de ABA, pues incurrió en el mismo ocultamiento que antes comenté, con el agravante que produjo funcionarios millonarios en demasía y que al final terminó costándole la diputación federal, sin embargo no podemos soslayar que las obras que se realizaron en esa administración impactaron favorablemente la actividad turística. Por desgracia el boulevard Agua de Correa-El Limón, el bicentenario (de costo siniestro) y los tejabanes, no marcan diferencia en la calidad del turismo que nos visita. Quizás los tejabanes sean el mejor ejemplo de lo que trato de decir en esta nota: Seguimos gastando en obras para turistas que ya no tenemos, porque no gastamos en conservar, mejorar e incrementar las cosas que los hacían venir.
Es increíble que conociendo el origen y padeciendo ya las consecuencias de la contaminación de la bahía, el señor presidente anuncie una inversión millonaria para palear lo efectos del problema, y no se invierta un centavo en resolverlo. Señor presidente, señores regidores, señores directores de obras públicas, desarrollo urbano y ecología, les informó que la bahía es una bacinica monumental por 2 razones: a).- Porque las plantas de tratamiento no fueron diseñadas para recibir el excremento de los miles de asentamientos irregulares, que nuestros ayuntamientos en contubernio con FIBAZI han permitido por décadas. Y b).- Porque además de no tener la capacidad para tratar los volúmenes de aguas negras que reciben, sus administradores nunca han dejado dinero para su mantenimiento y optima operación. Lo grave de esto último es que si ya sabemos que la CAPAZ tiene problemas para cubrir su fabuloso gasto corriente, como diablos podemos esperar que sin acotar ese gasto, tenga recursos para cubrir el mantenimiento de más equipo. ¡Carajo don Eric! La CAPAZ no puede mantener al equipo que tiene y usted nos anuncia que se gastarán 32 mdp en ampliarlo.
Don Eric si de verdad quiere limpiar de caca la bahía primero debe sacarla de la CAPAZ, y no me refiero a que despida a sus actuales directivos, sí no a que transparente y eficiente su administración pues de otro modo jamás se resolverá el problema. Si su intención es resolver a fondo la contaminación de la bahía, y no solamente ver cuánto le rasguñan a los 32 mdp que se invertirán, exija al congreso del estado la extinción de FIBAZI cuya función tiene años de carecer de sentido. Es tan patente la nulidad del fideicomiso que hasta su actual director exigió su extinción, obviamente lo hizo cuando no lo era y no recibía los 80 mil pesos mensuales de sueldo que hoy recibe (http://i.guerrero.gob.mx/uploads/2013/07/REMUNERACIÓN-MENSUAL-POR-PUESTO.pdf). Esta aberración se magnifica, cuando vemos que entre 2011 y 2013 el organismo gastó 107 mdp, de los cuales 51.5 mdp fueron sueldos. Es decir además de sufrir las consecuencias de las invasiones, se pagan 50 mil pesos diarios de sueldos al personal de FIBAZI que las permite. ¿Cómo pa'que pregunto?
Señor gobernador, señor presidente municipal y señor director de FIBAZI, entiendo la imposibilidad de reubicar las miles de invasiones que ya se permitieron y regularizaron, entiendo que ahora se anuncie que se ampliará la capacidad de las plantas de tratamiento, pero si no se detiene de manera tajante y definitiva la invasión de la reserva ecológica de Zihuatanejo, jamás podremos recuperar el tipo de turistas que nos visitaban. No les parece señores autoridades que gastar 17 mdp de sueldos anuales en un inútil fideicomiso es echar más estiércol a la bahía. Si el propio FIBAZI señala en su página de internet que una de sus funciones más relevantes es “Mantener el control del polígono del FIBAZI, para salvaguardar los terrenos fideicomitidos, vigilando de manera permanente las zonas de reserva territorial; estableciendo acuerdos de coordinación con las autoridades correspondientes tanto del municipio como del estado”. Como diablos entender un despilfarro de recursos de esta magnitud ante la manifiesta inutilidad del organismo.
Concluyo: Si seguimos dilapidando como hasta ahora los escasos recursos que tenemos, simplemente es imposible que Ixtapa-Zihuatanejo recupere algo de lo que lo hacía atractivo al turista que deseamos recibir. Continuemos pues gastando en obras en función de los intereses de los constructores y directores responsables de supervisarlas, sigamos pues dilapidando recursos en mantener organismos inoperantes mientras la caca auténticamente nos llega al cuello, solo les pido que no hagan olas.
El tercer y último paso se refiere a que si bien es innegable que el 11/09, la “influencia AH1N1”, la crisis económica de los E.U.A., el clima de violencia imperante en el país y otros factores más han impactado negativamente el tipo de turista que recibimos, no podemos soslayar la serie de errores, abusos y sobre todo tranzas que aquí hemos cometido para acentuar la gravedad del problema. Si no preguntamos porque ante los mismos eventos, Puerto Vallarta, Cancún o Los Cabos no padecen hoy la misma crisis que nosotros, encontraremos que la respuesta es bastante simple: Porque esos destino no solo conservaron los atractivos que los hacían interesantes a sus turistas, sí no que los mejoraron, ampliaron y diversificaron, mientras que nosotros los empeoramos, reducimos y concentramos.
Aceptar que la culpa del precario nivel económico del turista que hoy estamos recibiendo recae principalmente en nosotros, es fundamental para corregir el problema. Nada tiene que ver el 11/09 con la cantidad de OPISIS que deambulan y acosan a su antojo mañana, tarde y noche a nuestros visitantes en todo Ixtapa. Ninguna influencia tiene la “influencia AH1N1” en el crecimiento exponencial de la hospedería y prestadores de servicios piratas que pululan en el destino. La crisis económica de los gringos no fue lo que ocasionó que a miles de personas se les permitiera asentarse de forma irregular a diestra y siniestra. El clima violencia en el país no tiene ninguna relación con la contaminación que hoy presenta la bahía. Es decir a los factores externos que nos afectaron, nosotros le agregamos básicamente por corruptos, otros que nos tienen al borde del precipicio.
No puedo entender que grado debe alcanzar la crisis económica que estamos viviendo y de que magnitud tiene que ser la contaminación de la bahía, para que nuestras autoridades decidan impedir a toda costa un solo asentamiento irregular más. Que esperan para convertir al FIBAZI en una simple oficina de cobro. Que esperan para ordenar las jaurías de vende-tiempo-compartido que tanto molestan a los cada vez más escasos visitantes que tenemos. Hasta cuando permitirán que cientos de vendedores ambulantes acosen a nuestros turistas en nuestras cada vez más desiertas playa. Si ya somos un destino esencialmente carretero, hasta cuando se pondrá orden en el tráfico local, y de paso en el trasporte público. Hasta cuando se sancionará ejemplarmente a quien tire basura donde y a la hora que se le antoje. Hasta cuando los ciudadanos tomaremos conciencia de nuestra responsabilidad y dejaremos de aportar nuestro granito de arena para convertir a Ixtapa-Zihuatanejo en el pinchurriento destino bicicletero en que lo hemos convertido.
Solo cuando a los ciudadanos que forman parte de un gobierno municipal se le impida disponer secreta e impunemente de los recursos que administran, es que tendremos recursos y posibilidades de invertirlos en ir tapando los hoyos que nos tienen jodidos. Mientras “Todo mundo se quiera ir al cielo, pero nadie se quiera morir” seguiremos matando lo poco que queda del destino turístico. Mientras no dejemos de tildar de “pobre pendejo” al funcionario honesto y al ladrón de “listo”, ningún sentido tiene gastar una fortuna en elegir democráticamente a quienes nos robarán de igual manera.
Si ya sabemos que ocultar la información de cuanto y en qué se gastan los recursos públicos es lo que fomenta y permite despilfarrarlos y agenciárselos a quienes los administran, señores precandidatos no me salgan con el cuento de que ustedes en su momento los manejarán con intachable pulcritud, cuando veo que hoy ninguno de ustedes alza la voz para exigir cuentas claras a este ayuntamiento.
Cómo esperan que crea que ustedes manejarán con toda honestidad los recursos públicos, si permiten impasibles que este gobierno los gaste como le viene en gana, es más, cuando algunos de ustedes han participado de esa práctica. Si bien acepto que poco les debe preocupar lo que yo crea o deje de creer, pues somos un pueblo capaz de elegir como gobernante o representante a quienes lo han esquilmado con singular alegría, también veo que los excesos cometidos en la administración pasada, le costaron la diputación al Ing. Bravo Abarca. Lo triste del asunto es que en su lugar elegimos a quien nada relevante hizo como presidente municipal, y nada hace hoy por el destino como diputado federal, y no conformes con ello, en el congreso local nos representan dos personas que contribuyeron en gran medida, a convertirnos en el ridículo destino de playas contaminadas que somos.
Después de escribir este comentario, y en vista de que ya iniciaron formalmente sus campañas políticas algunos aspirantes a la presidencia municipal, he llegado a conclusión que independientemente de las capacidades que me presuman y promesas que me hagan, votaré por aquel que considere que robará menos. Todos se dirán honestos, todos prometerán un manejo eficiente y honesto de los recursos públicos, y todos nos dirán en que se debe y van a invertirlos; pero como todos podrán administrarlos como les venga en gana, votaré esperando que por obra y gracia del espíritu santo, la siguiente administración simplemente robe menos que la que substituye.
Don Eric un poco de piedad, está usted viendo la tempestad y no se hinca, por favor no solo le hinquen el diente a los recursos, hinque también las bases que nos lleven a salir del hoyo.
Es Todo…
Columna escrita y tomada de la cuenta de Facebook de Eduardo Morán