lunes, diciembre 08, 2014

El Lucrativo Negocio Que Llamamos Democracia


por Eduardo Morán C.

8 Diciembre 2014 - En los casi 50 años que tengo de vida… ciudadana, nunca había presenciado una crisis de credibilidad como la que estamos viviendo, jamás había sentido asco al ver y oír a nuestra clase política. Por ello parece increíble que bajo este contexto el PRI continúe con prácticas que son parte importante de la actual crispación. Por ahora solo cuestiono las del PRI porque falta ver lo que hacen los especialistas en "chuchineros". 

El hecho que MM haya sido el ganador del proceso del PRI, me parece que es relevante solo para él y para los derrotados, pues la desgracia de los electores nada tiene que ver con la edad, lugar de nacimiento, escolaridad, preferencia sexual, color (de tez y partido), religión, estado civil o cuán grande sea el amor por Zihua de los precandidatos, sino con permitir a los que convertimos en presidentes, gobernarnos secreta e impunemente como les dé su regalada gana, pues como siempre he pensado: lo de menos es "quien" gobierna lo que nos jode es "como" les permitimos hacerlo. 

Antes de hablar de billetes trataré de describir el "Know How", término que se utiliza para parecer experto en "business" y algunas peculiaridades que le veo al negocio: 

Si a un recipiente con agua caliente le echamos bastante tierra y le agregamos unas cuantas cucharadas de caca, es absurdo que con esos ingredientes el PRI espere obtener una cristalina y aromática taza de té. Tan lo creen, que con esa pócima pretenden amenizar las reuniones buscando la unidad necesaria para la siguiente etapa de la contienda electoral. Cómo entender que viendo la magnitud del descrédito que a pulso se han ganado los partidos políticos, el PRI organice un proceso "democrático" fuera de tiempo, sin límite de gastos, a una caída y donde todos los participantes saben que el número y clase de artimañas que se permiten, solo está limitado a la capacidad económica que tengan para cometerlas. Pero aquí no para el asunto, pues antes de subirse al ring los gladiadores juran y perjuran por lo más sagrado que tienen mediante convenios de eufemísticos nombres, que ni siquiera intentarán cruzar a media calle, manifestando solemnemente someterse a la inapelable decisión (cualquiera que sea) de quienes en esos momentos les parecen probos y sabios jueces. 

Otro dato importante que creo que debo señalar son las dos características que indispensablemente deben tener los beneméritos hombres que sin reparar en sacrificios y gastos, arrostrando la metralla serenos buscan colmar su irrefrenable y casi insana pasión por servirnos. La primera obviamente es tener suficientes recursos para financiarlo. La segunda es que sí no cuentan con ellos, estar dispuestos a vender hasta su alma al diablo para obtenerlos. 

Aunque generalmente no es necesario llegar a tales extremos, pues una promesa de chamba, servicios, suministros u obras basta y sobra para obtenerlos. Mi última observación se refiere al monumental descaro con qué todo mundo acepta la carísima farsa que son nuestros procesos electorales, para después indignarse por los resultados que otorgan los gobiernos que así elegimos. Son tantas, tan conocidas y tan evidentes las patrañas a que recurren los mejores hombres de los partidos para ganar una elección, que es difícil establecer que es más patético al término de esos procesos: escuchar a los perdedores o a los ganadores. Mientras los primeros los tachan de "inmundo marranero" de lo cual extrañamente nunca presentan pruebas teniendo a la mano miles de las marranadas propias, los segundos los califican cómo la "inmaculada concepción de la democracia" sin considerar lo puerco de algunos de los métodos que emplearon para lograr su cometido. Concluyendo: Nuestros procesos democráticos siguen pareciéndome más una carrera porcina que una justa democrática. 

Paso ahora a hablar de negocios. Me pregunto ¿Qué profundidad debe tener la crisis económica del municipio? ¿Cuánto más bajo debe ser el poder adquisitivo de nuestros turistas ¿Cuántos negocios más deben cerrar? ¿Cuántas colonias más deben carecer de agua? ¿Qué grado de contaminación debe tener la bahía? Para que los partidos, sus precandidatos, sus candidatos pero sobre todo los votantes, quiera corregir las consecuencias de haber convertido las elecciones en una subasta. Hasta cuándo entenderemos que será imposible que nuestros ayuntamientos apliquen recursos suficientes en resolver nuestros problemas, si seguimos propiciando que el primer objetivo de nuestros presidentes sea recuperar con creces la inversión realizada en comprar su investidura. Pero si además les permitimos manejar cientos de millones cada año en total obscuridad, entonces tenemos el incentivo perfecto para que las elecciones hayan dejado de ser un proceso político para convertirse en una excelente oportunidad de hacer negocios.

¿Por qué razón don Generoso Rico puede apoyar (financiar) con millones de pesos la campaña de don Honesto Pérez? ¿Por qué don Honesto Pérez puede invertir 30 o 50 millones en su campaña? Bueno la respuesta es bastante simple: Ambos lo hacen porque saben que si logran adquirir la gerencia de la empresa H. Ayuntamiento, manejará en absoluta secrecía, con total discrecionalidad y conveniencia por los menos 1,500 mdp en tres años. 

Así o más claro y productivo el negocio.

Es todo…

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