Comunidades de la sierra viven atemorizadas por las incursiones militares, se quejan
La Jornada Guerrero - 19 Julio 2009
MARLEN CASTRO
CHILPANCINGO, 18 DE JULIO. Organizaciones integradas a la Red Nacional contra la Represión y por la Solidaridad criticaron que el gobierno mexicano diga en foros internacionales que el Ejército no viola los derechos humanos, como el caso de Guerrero, donde está documentada la incursión militar a las comunidades Puerto las Ollas y Las Palancas, del municipio de Coyuca de Catalán, en los límites con Petatlán, en la Tierra Caliente.
Modesto Ramos Wences, originario de Las Palancas, quien participó hoy en la reunión de trabajo de la red que se llevó a cabo en esta capital, en la unidad de Ciencias de la Educación de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), invitó a la secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa Cantellano, a darse una vuelta por esas comunidades serranas para que se dé cuenta de la realidad de sus habitantes.
En tanto, en ese mismo foro, Javier Monroy Hernández, de la Coordinadora de Organizaciones y Movimientos Sociales (COMS), acusó que oficiales del 19 Batallón con sede en Petatlán, son los encargados de cuidar en las comunidades serranas los intereses del narcotraficante Rogaciano Alba Alvarez, quien, señaló, “es de todos conocido, que vive en las instalaciones del 40 Batallón, ubicado en Ciudad Altamirano, donde le dan protección”.
Agregó que desde el gobierno del estado, encabezado por Zeferino Torreblanca, también se protege al narcotraficante y que por esa situación las comunidades serranas están indefensas ante las incursiones militares.
En este encuentro participaron por lo menos unas 15 organizaciones provenientes algunas de estados como Chiapas y Campeche, pues el propósito es informar a sus pares sobre las luchas y movimientos sociales en sus entidades.
Ramos Wences contó a los integrantes de las demás organizaciones cómo es la vida en la sierra, ante la amenaza de incursiones militares sorpresivas, razón por la que los hombres de esas comunidades no hacen vida familiar, pues se la pasan en el monte para evitar ser detenidos.
Narró cómo los militares, en la incursión que duró del 9 al 13 de junio a Las Ollas y Las Palancas, torturaron a un niño de 14 años y a un señor de 32 años, quien se recupera de un derrame cerebral, quienes no tuvieron tiempo de correr al monte.
Monroy Hernández agregó que el Ejército llega a las comunidades con paramilitares en los convoyes, en el caso de la zona de la sierra, se trata de hombres al mando de Alba y “quienes les ponen el dedo a los habitantes”.
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