Unidos Lo Desgraciamos, Unidos Lo Recuperemos

Bahía de Zihuatanejo

por Miguel Morán C.

2 Noviembre 2015 - Quienes nacimos entre los 40s y 50s del siglo pasado, tenemos la enorme responsabilidad de haber ocasionado por acción u omisión, que Zihuatanejo presente el deprimente estado en que hoy se encuentra. Nadie más que nosotros convertimos lo que era un paraíso natural en el inmundo y pestilente lugar que insistimos en llamar polo de desarrollo turístico. Mire usted: a pesar de que la bahía se encuentra rebosante de mierda, lo cerros de asentamientos irregulares, excremento y basura, carencia de agua y turistas cada vez más jodidos por mencionar solo algunos de nuestros logros, insistimos en seguir por la ruta que nos ha llevado a ser un destino turístico de quinta y un pueblo donde cada vez resulta más difícil subsistir y menos atractivo vivir.

Una vez que Zihuatanejo fue dejado baja la tutela de los Azuetenses éste comenzó su declive, pues aunque nos duela reconocerlo, Ixtapa hoy está menos jodido que Zihuatanejo solo porque FONATUR sigue estando a cargo, mientras que Zihuatanejo paso a manos de los “mejores hombres y mujeres de Azueta”, los que con el mayor desparpajo e irresponsabilidad dejaron crecer los problemas al punto en que hoy se encuentran.

Pero el daño ya está hecho y en última instancia los responsables de éste somos todos, pues la cantidad y variedad de ciudadanos que han tenido oportunidad de resolver algunos de los problemas que tenemos es impresionante, sin embargo salvo algunas muy contadas excepciones, ninguno de los miles de funcionarios que han desfilado por nuestros ayuntamientos y organismos públicos puede presumirnos haber logrado algún resultado, y vaya que hemos tenido de todos colores y sabores, desde esféricos ignorantes hasta ilustradas lumbreras, desde nacidos en cuna humilde hasta quienes lo hicieron en pañales de seda, oriundos y foráneos, jóvenes y viejos, ricos y muertos de hambre, electos e impuestos, advenedizos y expertos, pero todos buscando el mismo objetivo: robar la mayor cantidad posible mientras les dura su encargo. Lo terrible del asunto es que de no ser nuestra monumental corrupción la causa del desaguisado, entonces estaríamos en presencia del pueblo con más imbéciles incompetentes de la historia humana. Como vemos cualquiera que sea la causa de nuestras desgracias estamos jodidos.

Lo paradójico de este asunto, es que cambiar la ruta que nos ha llevado a ser el muladar que somos es bastante sencillo, todo es cuestión de querer hacerlo y no se requiere un solo peso para lograrlo. Lo único que se requiere es UNIÓN, bastaría que hoteleros, transportistas, restauranteros, comerciantes, empresarios y ciudadanos, buscáramos en conjunto la soluciones que todos sabemos que de implementarse los problemas de todos disminuirían. Por ejemplo: algo tan obviamente indispensable como detener definitivamente la invasión de la poca reserva ecológica que queda, simplemente no se logra porque los interese de los directores de FIBAZI y los de nuestros funcionarios municipales prevalecen sobre los de unos desunidos ciudadanos que solo pretender llevar agua a su molino, mientras a todos nos lleva la tía de las muchachas. El quebranto económico de la CAPAZ es posible solo porque hoteleros, taxistas, restauranteros, comerciantes y ciudadanos no se unen para impedir que siga ocurriendo el saqueo obvio e impune de sus recursos, ¿O es que alguien tiene alguna duda de la forma tan deshonesta en que este organismo ha sido administrado durante años?

Dado que somos una sociedad desunida, agachona y mayoritariamente corrupta, obras como el camino a la Ropa pueden durar más de un año en construcción, o bien nuestros ayuntamientos pueden gastarse millones en obras innecesarias que solo producen utilidad a quienes las construyen, dejando de hacerse las que se requieren o dar el mantenimiento a otras que son auténticas ruinas. La remodelación de la plaza Kioto es una muestra, la calle que va de la IMA al camino a la Majahua es otra. Los cárcamos sobre la 5 de Mayo dos más. Y así nos la llevamos mientras aguas negras brotan a cada rato en pleno centro, el muelle se cae, pasamos semanas sin agua, los cruceros se van, los vuelos internacionales disminuyen, el super-turismo crece, los ambulantes aumentan y las invasiones no paran.

Todo mundo sabe que nuestros problemas tienen su origen en la descomunal corrupción con que se manejan los recursos destinados a subsanarlos. No se trata de suponer o acusar a la ligera a nuestros funcionarios, basta ver los bienes que sin ningún pudor exhiben al final de cada administración municipal. No se necesita aportar pruebas del saqueo que realizan, basta con hacer simples sumas. Por desgracia el asunto no tiene fin porque una enorme, pero en verdad enorme cantidad de ciudadanos siguen anhelando los pongan donde hay, con la certeza que muy pocos se atreverán a exigirles cuentas y si lo hacen no obtendrán ninguna, me consta que el ITAIG lo garantiza.

Unidos lo desgraciamos, unidos lo recuperaremos. La cuestión no es si es posible lograrlo, la burrada es que con la cuita al cuello, no queremos intentarlo. Las opciones son dos: Nos unimos todos para detener el deterioro de todo, o seguimos cada quien por su lado esperando turno para ver si nos ponen donde hay. Así de simple es el asunto.

Es Todo…