jueves, mayo 28, 2009

Ronda el fantasma del desalojo en Barra de Potosí

NINFA BRACAMONTES Despertar de la Costa - Zihuatanejo, Gro. Jueves, 28 Mayo 2009

Reza conocido refrán: con dinero baila el perro. Y sin dinero bailas como perro. Es lo que les está sucediendo a los pescadores de Barra de Potosí, mi estimado amigo; les ha llovido sobre mojado a estos cooperativistas. Los representantes de la empresa Interad SA de CV, Roberto Mario Guala y Pedro Olea Bracamontes, invitaron a estos humildes hombres del mar a una plática para notificarles que la empresa ya es dueña de la concesión de esa hermosa barra; que, con la pena, pero tendrán que salirse; ya no podrán seguir pescando en ese lugar, pues ese es un proyecto millonario que no puede incluirlos a ellos. Qué maravillosos empresarios. Bueno, eso usted lo sabe: cuando una empresa privada compra playa olvídese de que podrá volver a entrar a ella. Vea a Ixtapa, ¿cuándo imaginó que ya no lo dejarían disfrutar de ese maravilloso lugar? Estas empresas adineradas privatizan todo; después ni siquiera se puede uno asomar a sus lujosos edificios, mucho menos disfrutar la playa. Los empresarios comenzaron a hacerles propuestas a estos hombres del mar: que les pondrán una escuela de inglés para sus hijos, que cuando construyan sus chocitas de millones de dolarucos podrán trabajar ahí… Falso, señores, jamás aceptarán a esas personas en sus lujosas residencias. No mientan, es el primer factor que deben cuidar si quieren quedar en buenos términos con los pescadores; nunca van a emplear a estos señores simplemente porque no llenan los requisitos que ustedes necesitan; sus empresas millonarias son de lujo. Lo importante fue que estos empresarios propusieron a los pescadores que pueden quedarse hasta con 60 metros para anclar sus lanchas (no se hayan quedado pobres, señores), no sin antes advertirles que después de que construyan su marina ya no podrán estar ahí. Obvio, cómo creen que habrá lanchas baratas, apestosas a pescado, en una marina de ricos donde sólo habrá yates supermillonarios; además, dónde piensan pescar; desde el momento en que se dice privado termina todo, no hay vuelta de hoja. La Barra de Potosí tiene nuevos dueños, es una empresa llamada Interad, se ponga de cabeza quien sea; no hay nada que hacer, señores del mar; sólo que les faltara un sentido a los empresarios para dejar que les echen abajo su proyecto millonario. No piensen que este delicado problema será fácil de resolver, señores, tienen un grave problema; el gobierno y la empresa deben ser muy cautelosos al tomar decisiones contra estos pescadores. Es verdad que el dinero mueve montañas, pero a veces es el peor enemigo también, nos traiciona de manera criminal. No querrán tener en ese lugar maravilloso cuevas de delincuentes; si te quitan tu fuente de empleo haces lo que sea para llevar el pan a tus hijos. No es posible que sigamos retrocediendo de esta manera cuando debemos ir hacia adelante. Es lo único que nos falta, mi estimado amigo, que estemos como los hacendados: comiendo tortilla con sal estando el zarzo lleno de queso, no puede ser. Estos pescadores tuvieron la fortuna de disfrutar, cuidar, por años esa maravillosa playa, y ahora tienen que abandonarla sólo porque no tienen dinero para pagar una concesión que les pertenece por antigüedad. Digo, eso pienso yo, perdóneme si estoy equivocada. Claro que se le deben las puertas a la iniciativa privada, es una manera de que la economía de nuestro pueblo crezca, pero lo deben hacer sin destruir ni pisotear a nadie. La pesca es la única fuente de empleo de estas cuatro cooperativas, que en familias son como 200. Están en riesgo de quedarse sin nada, gracias a sus gobiernos nefastos; los funcionarios nunca saben nada, sólo miran los billetes que les dan, qué les importa la gente. Esa ha sido la mayor desgracia de la gente humilde. Ojalá que no se generen tragedias de las cuales tengan que lamentarse. Lo malo, como dice el dicho, es que al perro más flaco se le cargan las pulgas, al jodido siempre le toca la peor parte, es como si se pusiera con Sansón a las patadas. Lo que sí es verdad es la gran diferencia que hace el gobierno entre los ricos y los pobres; no se vale. ¿De qué diablos piensan que van a mantener a sus familias estos hombres del mar, si lo único que saben hacer es precisamente pescar? No jueguen. Lo que sí debe hacer urgentemente el gobierno, junto a estos empresarios, es buscar alternativas sanas para esta gente; no les pueden dar con la punta del pie. Con el poder adquisitivo que estas empresas tienen, deben proponer y cumplir las propuestas. Muchos empresarios no cumplen cuando firman convenios con la gente. Hay muchas cosas que les pueden proponer y que les genere dinero a los hombres del mar: los estanques acuícolas para cultivar tilapia, camarón, huachinango, las especies de la región. Puede ser una alternativa muy buena para estas personas, sólo se requiere disponibilidad de ambos grupos para acceder y cumplir lo pactado. Pueden quedar en buenos términos los empresarios, los pescadores y el mismo gobierno.

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