Mentiras mentiras y más mentiras de los políticos sinvergüenzas |
por Eduardo Morán C.
15 Mayo 2015 - Como cada tres años, los Azuetenses nos vemos ante la complicadísima tarea de establecer, por cuál de los extraordinarios grupos que han conformado nuestros benefactores partidos políticos debemos votar.
Siendo tantos y tan henchidos de virtudes los integrantes de las planillas que tenemos opción de llevar al recinto de gobierno, que me parece una pena tener que desaprovechar tantísimo talento, capacidad y honestidad, pues desgraciadamente solo podemos decantar nuestro voto por uno solo de estos esplendidos grupos.
Si mal no recuerdo, hoy estamos nuevamente ante la tremenda disyuntiva de escoger entre una pléyade de connotados ciudadanos, a los que nos parezcan los más fieles representantes de la honestidad, capacidad y eficiencia que ellos sin medida se dispensan, complicándose más el asunto, porque nadie aporta un solo elementos que demuestre las virtudes que se cuelgan. O sea que hoy estamos exactamente ante el mismo dilema que enfrentamos cuando desgraciadamente elegimos a Campos Aburto, Blanco Deaquino, Bravo Abarca y a Fernández Ballesteros, pues recordemos que ellos también decían ser la viva encarnación de la eficiencia, la capacidad y la honradez. Ellos también prometieron que integrarían sus equipos de trabajo con los mejores hombres y mujeres de esta su amada tierra y hay que ver la santa joda nos acomodaron una vez que elegimos a estos paladines del deber y la justicia.
Como parece que todos ellos pensaron haber cumplido sus promesas y por absurdo que parezca, muchísimos ciudadanos lo percibieron igual, todos ellos aspiraron a escalar posiciones en sus carreras políticas, lográndolo para nuestra desgracia Campos Aburto y Blanco Deaquino. Desgracia que se reflejan en todo su esplendor en el mediocre destino turístico que somos hoy. No dudo que muchos pueden estar en desacuerdo con lo que menciono, lo que nadie puede negar es que al llegar ambos a la presidencia, la economía de los Azuetenses era mejor que cuando se fueron, y por ridículo que sea, está quedó peor después de que fungieron como diputados federales, y ya en la esquizofrenia total, hoy estamos más jodidos que cuando Campos Aburto llegó al congreso local junto con nuestra futura regidora Jiménez Rumbo. Quiera el altísimo que algo quede del municipio cuando Blanco Deaquino termine su gestión ahora en el congreso local y Jiménez Rumbo de nuevo en el cabildo.
Padeciendo otra vez la angustia de tener que decidir por cuál de los impolutos, intachables y portentosos ciudadanos que solo buscan servirnos debemos votar, siendo que todos son "garantía" de hacer lo que sus antecesores ya nos habían garantizado hacer. Teniendo pruebas irrefutables de las "capacidades" de algunos de ellos y existiendo clara evidencia de la honestidad de otros, la verdad es harto complicado definir por quién debemos votar. Agregue usted que todos integraran sus administraciones con los filantrópicos militantes de sus partidos y tenemos entonces los ingredientes necesarios y de sobra para joder más y bonito a nuestro ya paupérrimo y decadente destino turístico.
Pero no nos quejemos, imaginemos cómo estaríamos si para gobernarnos solo pudiéramos elegir entre tranzas, incapaces o irresponsables. Qué clase de destino sería el destino, si nuestros cabildos los hubiéramos integrado y nos propusiéramos integrarlo ahora, con ciudadanos incompetentes, chantajistas o ignorantes. ¡Ni dios lo quiera! dejemos pues que nuestros partidos sigan definiendo cuales son los probos ciudadanos que merecen gobernarnos y disfrutemos las consecuencias de permitirlo.
¡Caramba! no hay duda que somos muy, pero muy afortunados al poder "elegir democráticamente" solo entre auténticas luminarias.
Es todo...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario